Se ha informado ampliamente en los últimos días que la Fórmula 1 está dando un paso adelante en exhibicionismo y, en lugar de las tradicionales presentaciones de automóviles a principios de año, celebrará un espectáculo público en Londres.
No sabemos qué pensáis vosotros, pero ver esto nos hace sentir como si no estuviéramos en una carrera de coches, sino en otra experiencia basura desconectada de la realidad. Y no estamos solos... De hecho, Max Verstappen, que va camino de su cuarto título mundial, tampoco ha acogido con agrado la nueva idea de la F1, e incluso la ha criticado duramente. Es cierto que no fue una aparición pública en los medios, pero lo que termina en Internet, allí se queda...
"¿Qué es este F175?" ¿De qué estás hablando? No, no voy a ver la F1 entonces... De hecho, espero tener la suerte de enfermarme esa semana. " - dijo Verstappen en una crítica mordaz.
Sería difícil contradecir al holandés. En lugar de resolver las farsas habituales que hemos visto en las carreras sobre mojado, fabricar un neumático de lluvia utilizable y abordar por qué casi ninguno de los cambios de reglas anunciados ha funcionado (seguir más fácilmente, adelantar más fácilmente, menos dominio, etc.), prefieren montar un espectáculo de circo con la Fórmula 1. ¿Habrá también peleas de fantasmas?
