Si no fuera por Michael Schumacher, probablemente nadie en el mundo sabría dónde está Kerpen en el mapa. Pero Schumacher está aquí, estuvo aquí y esperamos que vuelva a estar aquí: esto sólo lo debe entender el municipio que se niega a concederle el título de ciudadano honorario.
El problema no es nuevo, ya que tanto profesionales como aficionados llevan tiempo intentando conseguir este reconocimiento para el siete veces campeón del mundo a través de diversas vías de presión. En vano... La política local ha vuelto a tomar posición de una manera que no podría ser más repugnante:
En Kerpen no existen distinciones honoríficas. La introducción de la distinción honorífica y el título de ciudadano honorario asociado, así como su concesión, son responsabilidad exclusiva del ayuntamiento. —Declaró el alcalde Dieter Spürck al respecto.
El 19 de marzo de 2024, la ciudad decidió por unanimidad posponer la investidura de Michael Schumacher como ciudadano honorario. Los representantes de grupos y no grupos deben votar primero entre los grupos sobre la introducción de dicho título. Desde entonces, no se ha recibido ninguna solicitud al respecto. —explicó el "primer" hombre de Kerpen, cuyos colegas añadieron comentarios como "esto ahora mismo no tiene sentido" y "¿dónde empieza y dónde termina la ciudadanía honoraria?".
No comentemos todo esto, ya sabéis nuestra opinión.
