Para sorpresa de todos, la Scuderia Ferrari dominó el Gran Premio de Estados Unidos, mientras que Lando Norris y Max Verstappen, considerados favoritos, solo pudieron luchar por el tercer puesto.
Charles Leclerc identificó perfectamente la "pequeña puerta" que le ofrecieron Lando Norris y Max Verstappen en la salida y, saliendo desde la cuarta posición, tomó inmediatamente la delantera. Su compatriota Lewis Hamilton también tuvo una salida espectacular, subiendo desde la última fila hasta el 12º (!!) puesto en pocas curvas, pero a pesar de lo rápido que fue, el destino lo alcanzó con la misma rapidez... El británico se deslizó en la grava en el mismo lugar que George Russell durante la sesión de clasificación de ayer, y por lo tanto se vio obligado a retirarse del resto de la carrera. Salió el coche de seguridad, pero incluso con la salida del coche de seguridad, la situación principal no cambió: Leclerc, Max Verstappen y Carlos Sainz seguían en cabeza. Detrás de ellos les seguían los dos McLaren, Lando Norris y Oscar Piastri. Luego hubo un trompo de Guanyu Zhou y algunas batallas en la parte trasera del pelotón, pero para entonces ya estaba tristemente claro que no marcaríamos el Gran Premio de los Estados Unidos de 2024 como una de las carreras de la década.
Después de las paradas en boxes, el grupo de cabeza cambió un poco, y en ese momento los dos coches de la Scuderia Ferrari dominaban la carrera, con Verstappen luchando detrás con los neumáticos duros. Vimos muchas estrategias y tácticas diferentes, pero desgraciadamente, muchos menos momentos que recordaran a las carreras de coches. Podíamos esperar que Norris, que se estaba recuperando rápidamente, encendiera un fuego en el desierto de Austin, al igual que Liam Lawson, que tuvo un desempeño brillante en su carrera de regreso. La intensidad de la carrera quedó bien ilustrada por el hecho de que la transmisión no mostró, durante diez vueltas consecutivas, nada más que a Norris persiguiendo a Verstappen, por la sencilla razón de que no estaba sucediendo nada más.
Al final, Norris logró intercambiar posiciones, pero de manera irregular, de modo que el ganador del Gran Premio de Estados Unidos, Charles Leclerc, y el segundo clasificado, Carlos Sainz, vieron a Max Verstappen terminar finalmente tercero.
